Salida y regreso

Pongo a lavar el último juego de ropa de trabajo y la cuelgo para que seque.

Mi pequeña mochila está llena de queso y chorizo de Pavo.

La nueva puerta está protegida por la parte de fuera del sol abrasador y la lluvia invernal. Me ha tocado trepar por encima de la pared del jardín, con la gran escalera del albañil a cuestas.

Casa Luna está como nunca antes para el regreso en la primavera. Fotos de estado de ánimo de salida y regreso.

El "baño" que actualmente es una escalera a la que le falta un escalón, la "sala de estar" que ya no es un establo, sino ahora un centro de mezcla y trabajo y pronto "sala de estar", las baldosas en pilas en el pasillo son de los viejos suelos de Casa Luna, de Mateu - y las más pequeñas las "apropié" yo misma de un pueblo abandonado en 2003.

Futuro piso de salón. El madero apolillado junto a las escaleras que creía para leña... casi se carga la motosierra de Fernando. Tal vez sea robinia, en cualquier caso es madera dura como rara vez la vemos en el pequeño país de Dinamarca...

Tras una larga noche en el aeropuerto, despegó el avión cuando aún era oscuro y el sol nos salió al encuentro.